En Ecuador, persiste un bajo acceso al crédito (solo 3 de 10 ecuatorianos acceden a este producto), así como la presencia de brechas en el acceso y uso de otros productos y servicios financieros, con énfasis en algunos grupos poblacionales como: mujeres, jóvenes y adultos mayores. A esto se suman los bajos niveles de ahorro generados por la afectación económica del país, la preferencia por el uso de efectivo como medio de pago, entre otros factores, que afectan el avance de la inclusión financiera en el país.
Estos hallazgos emergen del estudio¨Avances de la Inclusión Financiera en el Ecuador 2023¨ desarrollado por la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), organización que desde hace 24 años promueve la inclusión financiera en el país. Este documento se produce de forma anual, desde hace 3 años, y se convierte en un insumo fundamental para comprender la dinámica del sector financiero y los desafíos que enfrentan los ecuatorianos, al proveer información valiosa para la toma de decisiones.
Para Valeria Llerena, directora ejecutiva de la RFD, Ecuador enfrenta grandes retos en materia de inclusión financiera. Si bien a partir del año 2023 el país cuenta con Estrategias Nacionales de Inclusión y Educación Financiera, luego de más de 7 años de trabajo impulsado por la RFD y otros actores, todavía persisten obstáculos significativos para consolidarla. ¨Este estudio buscar cubrir uno de los más grandes vacíos que tiene el Ecuador respecto a este tema: contar con información que sirva de base para la implementación de política pública. Análisis de este tipo se convierten en un punto de partida para la implementación adecuada de acciones que fortalezcan la inclusión financiera y para apoyar la profundización geográfica y a nivel de grupos vulnerables de productos y servicios financieros formales¨, acotó.
El informe destaca que, aunque entre 2020 y 2021, en la crisis por pandemia, se observó un crecimiento importante de los puntos de atención electrónicos por encima de los presenciales, mostrando que las entidades financieras se enfocaron en ofrecer canales digitales y menor presencialidad, conforme se han dejado atrás las medidas para enfrentar la pandemia, la tendencia se ha revertido nuevamente y ahora los canales físicos toman fuerza por encima de los electrónicos. Sin embargo, se observan claras brechas de atención, principalmente en las provincias menos pobladas y alejadas por las condiciones de infraestructura y características que poseen.
¨Las personas de las zonas rurales o alejadas de las grandes ciudades o capitales estarían siendo sub-atendidas por no contar con la infraestructura y los insumos necesarios para adecuar los puntos de atención físicos que requieren, y para encontrarlos deben desplazarse a otras localidades, destinando así muchos más recursos y esfuerzos para acceder al sistema financiero¨, agregó Llerena.
Adicionalmente, según una encuesta realizada por el holding internacional Credicorp, que se plasma en la investigación, se indica que las personas en Ecuador prefieren el uso de efectivo como medio de pago por encima de otros productos del sistema financiero, ya que solo el 40% usan productos como las tarjetas de débito o crédito, la banca por internet, aplicativos móviles entre otros.
De esta manera, estos aspectos influyen en que el 14% de personas en el Ecuador no cuenten con un producto financiero y que el 13% no usen los productos financieros que poseen. Entonces, el porcentaje de personas que se encuentran excluidas del sistema financiero ya sea por acceso o por uso, llega al 27%; es decir, 3 de cada 10 ecuatorianos están excluidos.
Para Llerena, aunque existe cada vez un mayor porcentaje de población adulta que accede a productos financieros, ese mismo porcentaje no los utiliza habitualmente; comportamiento que se ha mantenido en el tiempo y que sucede de manera más marcada entre mujeres, jóvenes, adultos mayores y que se ve mucho más marcado con el crédito.
Sobre el ahorro y crédito:
Aunque tanto el ahorro como el crédito aumentaron entre 2019 y 2022 y esta tendencia se mantuvo en 2023, un porcentaje reducido de personas pudo acceder a crédito para incrementar su negocio o a bienes duraderos como casas o vehículos. Es así como el 71% de los adultos en el país poseen una cuenta de ahorro y la utilizan frecuentemente, pero solo el 31% accede a un crédito.
Esto constituye un riesgo para las personas ante sus necesidades de efectivo, pues además de tener un bajo acceso al crédito, más del 60% de ecuatorianos no ahorran debido a las afectaciones que existen en los ingresos, producto de la situación laboral y económica actual, que no permiten mantener metas de ahorro ni hábitos al respecto. Esto implica que no cuentan con los recursos necesarios para mejorar sus condiciones de vida o cubrir necesidades urgentes. Además, del 40% que ahorra, únicamente el 26% lo hace dentro del sistema financiero.
Sobre la calidad de productos financieros:
La investigación concluye que aspectos como la facilidad para obtener un producto financiero, los costos y la seguridad de realizar transacciones son temas que deben mejorar, pues más de la mitad de la población los considera inadecuados y esto se estaría afectando tanto al acceso como al uso de productos y servicios financieros.
Sobre el estudio:
La investigación aborda los avances de la inclusión financiera en el Ecuador al 2023, a partir de 7 dimensiones: acceso, uso, calidad, educación financiera, bienestar financiero, protección al usuario y regulación, utilizando los datos más recientes del Banco Central del Ecuador (BCE), las Superintendencias de Bancos (SB) y de Economía Popular y Solidaria (SEPS), el Índice de Inclusión Financiera de Credicorp y diferentes fuentes nacionales e internacionales relevantes.
Conoce más sobre este estudio aquí.