El desembolso de fondos de ayuda COVID-19 contribuyó en gran medida al crecimiento, pero la industria del dinero móvil en la región todavía tiene muchas oportunidades por explorar.
En 2020, el número de cuentas registradas y activas de dinero móvil creció a nivel mundial, pero América Latina y el Caribe (ALC) registró, por lejos, el salto más rápido de todas las regiones. ALC cuenta ahora con 39 millones de cuentas registradas, lo que representa un crecimiento interanual del 38%, mientras que las cuentas activas alcanzaron los 16 millones, con un crecimiento excepcional del 67%, la tasa más alta desde 2014. ALC también sigue siendo la región con la tasa de actividad más alta, con más del 40% del total de cuentas activas mensuales.
Gráfica 1: Crecimiento de las cuentas registradas y activas en ALC en 2020.
Este notable crecimiento en la región se debió, en parte, al uso generalizado de dinero móvil para desembolsar transferencias sociales en efectivo y humanitarias en respuesta a la pandemia de COVID-19, y que brindó un sustento financiero a quienes más lo necesitaban. Si bien el uso de este canal para entregar fondos de ayuda no se limitó a la región, ALC tenía una clara ventaja sobre otras regiones: relaciones preexistentes con agencias gubernamentales, lo que permitió la rápida implementación a gran escala de esquemas de pagos de gobierno a persona (G2P). Excluyendo las transacciones de entrada/salida de efectivo, los desembolsos masivos constituyeron casi un tercio de las transacciones totales en ALC, en comparación con solo alrededor del 10% a nivel mundial.
Gráfica 2: Desglose de transacciones de dinero móvil en ALC y global, excluidas entradas y salidas de efectivo (valores de transacción, diciembre de 2020).
Está claro que los esquemas de transferencia de efectivo contribuyeron en gran medida al crecimiento de la industria, pero no son el único factor que lo explica. De hecho, si bien el valor absoluto de los desembolsos masivos creció sustancialmente, la participación de estas transacciones en el total general de transacciones de la región se ha mantenido estable, con otros tipos de transacciones creciendo más rápidamente. En particular, el valor del circulante en el sistema de dinero móvil (pagos a comerciante y transferencias persona a persona en la red) aumentó significativamente, alcanzando el 11% de todas las transacciones en 2020, en comparación con el 5% del año anterior.
En general, los flujos de transacciones de dinero móvil son cada vez más digitales en contraposición a aquellos en efectivo (es decir, transacciones de entrada/salida de efectivo), con su participación creciendo del 33% en 2019, al 46% en 2020; una consecuencia directa de una mayor adopción y uso, así como del fortalecimiento de las asociaciones estrategias. Sin embargo, todavía se mantiene por detrás del promedio mundial, de 67% en flujos en transacciones digitales.
Gráfica 3: Valor mensual ALC (diciembre de 2020).
Por ejemplo, las transacciones totales de persona a persona (P2P) aumentaron en un 59%, debido no solo al crecimiento de las transferencias tradicionales de cuenta a cuenta, sino también a los pagos interoperables de banco a móvil (B2M), que aumentaron en un 68%. Asimismo, el valor de los pagos a comerciantes experimentó un crecimiento de casi diez veces en 2020. Esto se debió, en parte, a que algunos esquemas de transferencia de efectivo en la región limitan el uso de los fondos desembolsados para fines específicos, como por ejemplo, comprar alimentos y medicinas.
Todavía quedan muchas oportunidades por explorar.
Si bien ALC registró el crecimiento más rápido en el número de cuentas (registradas y activas) de todas las regiones, la industria del dinero móvil en la región todavía tiene muchas oportunidades por explorar. Con el desarrollo de efectos de red, debido a un mayor número de cuentas y alianzas estratégicas florecientes, la proporción del valor de las transacciones digitales y circulantes podría seguir creciendo hasta los niveles promedio globales. Por ejemplo, casos de uso, como las remesas internacionales, que se han estancado o incluso disminuido en el pasado, han tenido un desempeño excepcionalmente bueno en 2020, debido a que muchos en las diásporas optaron por el dinero móvil para ayudar a sus familiares en sus países de origen. Sin embargo, las remesas internacionales vía dinero móvil todavía constituyen solo el 0,17%, una pequeña parte del total de los flujos entrantes y salientes enviados a través de canales formales.
Gráfica 4: Remesas internacionales vía dinero móvil en ALC.
Hay también señales claras que indican que los proveedores de dinero móvil están aprovechando al máximo este momento decisivo, invirtiendo en planes de expansión y alianzas, en una apuesta por cerrar la brecha de la inclusión financiera en la región. Algunos ejemplos recientes incluyen el compromiso de Tigo de invertir US$ 250 millones en Panamá y dedicar una parte de estos fondos para operar su plataforma de dinero móvil en el país y crear un nuevo centro Fintech, con el objetivo de expandir los servicios financieros móviles en ALC.
Fuente: Portal Findev