RESUMEN | La inclusión financiera permite mejorar el bienestar de las personas cuando acceden y utilizan los
productos y servicios del sistema financiero formal, y tiene resultados más positivos cuando grupos
históricamente excluidos por su condición de pobreza, informalidad, alejamiento geográfico, género,
ingresos o discapacidad logran insertarse en él. En Ecuador, la política pública de los últimos años
en esta materia ha sido insuficiente: tan solo alrededor del 50% de la población está incluida y ello
determina que a escala internacional el país se encuentre en posiciones intermedias de inclusión
financiera; por ello se vuelve imprescindible promover las mejores prácticas, así como dedicar
los mayores esfuerzos para impulsarla desde la política pública, y con acuerdos con el sector
privado y de la economía popular y solidaria. Los pilares que sustentan los sistemas financieros
inclusivos son: el acceso a sus productos y servicios, su uso, la educación para que su utilización
sea adecuada y, la protección al consumidor. Este trabajo analiza el desempeño de tres de estos y
ofrece aportes teórico-prácticos para la generación de sistemas financieros inclusivos. |
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